Como he tenido que contestar ya varios correos que me preguntaban alarmados por la desaparición de la titulación de Filología Clásica en la UMA, creo que lo mejor es que deje aquí explicado cuál es la situación, para contribuir a que haya una cierta tranquilidad entre nuestros alumnos de la Facultad y en general entre todos los socios de la SEEC y, en lo posible, para evitar malos entendidos.
Lo primero que hay que decir es que los alumnos actuales pueden estar tranquilos, pues seguirán adelante con su titulación tal cual. En cualquier caso, de consumarse el nuevo plan que nos quieren imponer y del que ahora hablaré, esto solo afectaría, obviamente, a los que se matricularan a partir de 2010, no a los que ya estéis matriculados, que tendréis vuestras clases y vuestras convocatorias de exámenes normales (al menos hasta 2014).
Así que, al menos por ahora, no desaparecemos: lo que pasa (que no es poco) es que pretenden rebajar casi a la mitad el peso de las materias de Latín y de Griego durante los años que dure la titulación (que serán, además, cuatro, y no cinco). Es cierto que, con la reforma prevista por el plan Bolonia, en general todas las licenciaturas pierden créditos docentes respecto a los planes actuales. Pero las restricciones añadidas que se le quieren imponer al futuro grado de Filología Clásica provienen de que no alcanza la cifra de 20 alumnos de nuevo ingreso, acordada por el Consejo Andaluz de Universidades para permitir títulos “exentos” (situación en la que se encuentra también, por cierto, la titulación de Matemáticas de la UMA, que, al parecer, piensan fundir con alguna titulación de Informática)*. El hecho de tener que ofrecer un título de grado “agregado” o “agrupado” con otras titulaciones afecta no solo a materias optativas, sino también al núcleo de la titulación, que no podrá exceder del 50% del total de créditos, siendo el resto necesariamente asignaturas de otros grados ofertados por la Facultad de Filosofía y Letras y que los profesores de Clásicas consideremos que pueden ser útiles también para nuestros alumnos (¡qué remedio nos queda! A la fuerza ahorcan...). No obstante, y a pesar de estas limitaciones (aunque dentro de ellas, claro), vamos a luchar por que el futuro grado de Filología Clásica no sea un totum revolutum, por supuesto, y estudiamos aprovechar la coyuntura para subsanar algunas deficiencias del plan actual que hemos venido observando en los últimos años, por ejemplo incidiendo en el reforzamiento de materias básicas (historia de Grecia y Roma, arte y arqueología clásicas, filosofía antigua) e incluyendo la obligatoriedad de estudiar al menos dos idiomas modernos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta dos hechos. El primero es que en ninguna de las cuatro titulaciones de Clásicas actualmente vigentes en Andalucía (Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla) se supera el número de 20 alumnos de nueva matrícula en 1º curso**. Es cierto que el mencionado acuerdo del CAU respecto a las titulaciones de menos de 20 alumnos contempla "excepciones debidamente justificadas", pero nuestra Vicerrectora de Ordenación, doña Ana Lozano Vivas, nos aseguró a Cristóbal Macías, Director del Departamento de Filología Latina, y a mí mismo que el CAU no iba a admitir ninguna excepción, con lo que dimos por sentado que no habría ningún grado de Filología Clásica “exento” en Andalucía. Ahora bien (y aquí viene el segundo hecho), el Consejo de Gobierno de la Universidad de Sevilla, en su reunión del 16 de febrero pasado, acordó "aprobar la Memoria de Verificación para la implantación del Título de Grado en Filología Clásica [exento, claro], y remitirla para su informe a la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y al Consejo de Universidades". En cuanto me enteré, hice varias llamadas a la Vicerrectora (infructuosas, por supuesto) y le envié un correo (el 5 de marzo) pidiéndole que nos explicara cómo ha sido posible esto en Sevilla y no puede serlo en Málaga, pues, "por los datos de que disponemos, la titulación de Clásicas de Sevilla tiene un número de alumnos similar a la nuestra, incluso con una tendencia a la baja muchísimo mayor, y, en todo caso, por debajo de los 20 alumnos mínimos que establece el punto 6 de los acuerdos del CAU": aún no he recibido respuesta... De todos modos, este segundo hecho implica varias cosas: entre ellas, que, de aprobarse definitivamente el título exento de Clásicas en Sevilla, esta ruptura unilateral del acuerdo nos dejaría en una situación de indefensión que podría ser recurrible por vía legal, aduciendo un evidente agravio comparativo; y también que la decisión de admitir o no excepciones al número mínimo de alumnos depende, en última instancia, de las decisiones concretas de cada Universidad.
Por estas razones, hemos pedido por varias vías una reunión urgente con la sra. Rectora (aún no nos han dado fecha), para que nos explique qué ha pasado y, ante esta grave situación, qué va a pasar con la Filología Clásica en Málaga, con la esperanza de que todavía podemos luchar por su supervivencia como un grado "exento", es decir, sin tener que fundirnos al 50% con Hispánicas, Historia y otros grados... Aunque me temo que nos tendrán en vilo hasta pasada Semana Santa, y aun después no las tendremos todas con nosotros, porque es dudoso que el actual equipo de gobierno de la UMA quiera apostar con decisión por las Humanidades, y menos por las Clásicas, porque, según algunos, no tenemos "nicho de mercado" (Ana Lozano dixit), afirmación doblemente rechazable, por su mendacidad, en cuanto que no se dice públicamente (antes al contrario, todas nuestras autoridades académicas y políticas fatigan diariamente los medios de comunicación negando cualquier motivación económica de la reforma en ciernes), y por su miopía cultural, al rechazar por razones puramente cuantitativas unos estudios que tocan a las bases mismas de nuestra cultura europea y occidental, cuyo conocimiento y transmisión son un valor per se y cuyo evidente interés social contradice las razones "de mercado" aducidas. Porque conviene recordar, en efecto, que, cuando hablamos de educación, formación e investigación, la rentabilidad no puede ni debe calcularse en términos puramente económicos: cuentan también la generación y la transmisión del conocimiento, que en las sociedades desarrolladas son valores en sí mismos. Y tampoco parece , por tanto, que la actitud de la UMA hacia la Filología Clásica pueda justificarse por razones estratégicas, pues la reducción de estos estudios a niveles que los desvirtúan, y que en la práctica suponen su desaparición como tales, tendría un alto coste de imagen para la UMA y reduciría su competitividad en el conjunto de las universidades andaluzas.
Quiero decir, finalmente, que no estoy contra el proceso de Bolonia, cuyos fines generales (permitir el reconocimiento de los títulos universitarios entre las universidades europeas y, en consecuencia, facilitar la movilidad académica y profesional en la UE, lo que se consigue formalmente con cambios en la estructura de la enseñanza y adaptación del sistema europeo de créditos, con el consiguiente cambio en los conceptos y metodologías docentes) comparto sin ambages. Lo que ocurre es que una de las consecuencias de este proceso, como es la de fomentar la competencia entre universidades poniendo el acento en las demandas sociales y profesionales, es difícil desligarla en la práctica de un criterio puramente economicista, y más cuando las autoridades universitarias y políticas recurren a medidas como la de limitar la existencia de titulaciones exentas mediante el mínimo de 20 alumnos de primera matrícula. ¿Cuál es la razón de esta limitación que se quiere imponer a la Filología Clásica en Málaga? A mí no se me ocurre otra que la de “optimizar recursos”, es decir una razón económica; pero esto no tiene ningún sentido, porque no se ahorraría nada reduciendo la titulación a la condición secundaria o subalterna de “agrupada” (pues más del 90% de su profesorado es fijo), y lo único que se conseguiría sería desprestigiar esta titulación frente a otras. Díganme, si no, qué alumnos van a salir mejor preparados en Filología Clásica, si los nuestros, o quienes cursen un año más de materias específicas (lenguas y literaturas clásicas) en cualquier otra Universidad que ofrezca el grado exento. Que quede claro que no me parece rechazable absolutamente el criterio económico, pero que se diga; que se diga si en Málaga, o en Andalucía en general, las autoridades académicas y políticas quieren titulaciones de Clásicas “exentas” o no, y si quieren una, dos o ninguna, pero que se aclaren y digan qué criterios van a adoptar y por qué.
Espero que nuestra magnífica Rectora nos lo aclare pronto.
| Curso 2001-02 | Curso 2002-03 | Curso 2003-04 | Curso 2004-05 | Curso 2005-06 |
UCA | 7 | 12 | 3 | 9 | 7 |
UGR | 20 | 16 | 10 | 12 | 15 |
UMA | 9 | 13 | 13 | 14 | 13 |
USE | 37 | 46 | 47 | 19 | 18 |
| Curso 2006-07 | Curso 2007-08 | Media alumnos/curso | Curso 2008-09 |
UCA | 4 | 5 | 6 |
|
UGR | 17 | 14 | 15 |
|
UMA | 10 | 11 | 12 | 9 |
USE | 15 | 10 | 27 |
|