1. Situación actual
Se
ha constatado un claro retroceso en la enseñanza del Griego en el Bachillerato,
que se organiza en torno a las materias Griego I y Griego II. Este retroceso se
sitúa en torno al 20% en el número de centros que no ofrecen griego en 1º de
Bachillerato con respecto al curso anterior y, además, una reducción también en
torno al 20% del número alumnos en 1º de Bachillerato en el curso 2017-2018 con
respecto a 2016-2017. Tras una recogida de datos y el intercambio de pareceres
y opiniones con muchos profesores, se han podido identificar las siguientes
causas:
1.1. Problemas de carácter legal y estructural
1) Su carácter
opcional, incluso en el itinerario de Humanidades.
2) El hecho de
que el Griego I compita como optativa con otras tres asignaturas, frente a lo
que sucede en el itinerario de Ciencias, donde sólo compiten tres materias en
total. En concreto, la introducción en la LOMCE de una materia opcional en 1º
de Bachillerato de Literatura Universal constituye una competencia muy fuerte
para el Griego.
1.2. Problemas dependientes de las decisiones de las
comunidades autónomas
3) La exigencia
de un número mínimo de alumnos para que una materia pueda ser impartida que a
veces es muy alto. Ni siquiera se tiene en cuenta el número de alumnos totales
de un centro y la posibilidad es muy reducida en centros pequeños. El número
mínimo varía mucho según las CCAA. En Madrid, por ejemplo, hasta el curso
2015-2016 se aceptaba la apertura de grupos de Latín y Griego con un mínimo de
5 alumnos. Desde el curso 2016-2017 se admite con un mínimo de 10 alumnos,
siempre y cuando haya profesorado para ello. La consecuencia directa es que se
han cerrado muchos grupos en Griego I, que impedirá que haya Griego II. Por
otra parte, si el número baja de 15 y no hay profesor en el centro, no se
creará una plaza para cubrir esta docencia.
4) Las políticas
de reducción de materias e itinerarios en cada centro; aunque rara vez son
explícitas, sin embargo, se aplican de forma evidente en muchas comunidades
autónomas. El itinerario de Humanidades tiende a eliminarse, dejando solo el de
Ciencias Sociales.
5) Las políticas de reducción de profesorado,
que tienden a dejar un solo profesor de Griego y/o Latín en cada centro e,
incluso, a eliminar este profesor. Se trata de una política no explícita
habitualmente, pero claramente activa.
6) Las políticas
de amortización de plazas cuando se produce una vacante. Esta política afecta
especialmente a los profesores de Griego y Latín. Su incidencia se ha visto
acrecentada por las numerosísimas jubilaciones anticipadas que se están
produciendo, en gran medida como resultado del desánimo de muchos profesores
ante la situación de continuo cuestionamiento de las materias que imparten
7) La existencia
de un verdadero intrusismo profesional, pues muchas plazas en interinidad se
atribuyen a profesores que no tienen la formación mínima necesaria. Hay muchos
profesores de Historia o de Lengua española impartiendo Latín. Estos profesores
rara vez saben Griego. La principal causa de ello es que, después de muchos
años de no convocar plazas de estas materias o de convocar muy pocas plazas,
han desaparecido las bolsas de profesores en condiciones de cubrir
interinidades. Así, cuando se necesitan profesores de Latín y Griego hay que
recurrir a personas no especializadas en absoluto, con el grave perjuicio para
la formación de los estudiantes que esto comparta.
8) La baja o nula
ponderación de Griego y Latín en calificaciones de acceso a la universidad en
algunas comunidades.
9) La
eliminación de los departamentos de Griego y Latín en algunas comunidades, que
implica la integración de los profesores en los departamentos de Lengua
Española. De esta forma se eliminan las reducciones docentes por jefatura de
departamento y, sobre todo, se elimina la posibilidad de asistir a la Comisión
de Coordinación Pedagógica (CCP) que es donde se negocian y definen los
itinerarios que se ofrecen y se toman las medidas que marcarán la oferta
educativa de asignaturas optativas. Si están integrados en Lengua Castellana,
obviamente estos defenderán sus intereses, que a menudo chocan o compiten con los
de los departamentos de clásicas.
1.3 Problemas en los centros
10) La gran
autonomía de los centros para fijar su oferta educativa. En este sentido, la
LOMCE, supuestamente diseñada para unificar y simplificar el currículum en
Secundaria y Bachillerato, ha generado mucha mayor disparidad, pues permite a
cada IES configurar su perfil académico, especializándose en unos itinerarios y
descartando otros. El resultado es que la supervivencia de algunas materias,
como las Clásicas, está pendiente muchas veces de la actitud favorable o no de
la dirección del centro.
11) En algunos
casos, incluso cuando hay profesorado de Clásicas, los equipos directivos deciden
que den Lengua Castellana en vez de impartir sus materias de lenguas clásicas a
grupos con pocos alumnos.
12) En el caso
del Griego II, puesto que es accesible, en principio, sólo a los estudiantes
que hayan cursado Griego I, conduce a que, si un año no hay Griego I, el curso
siguiente tampoco habrá Griego II. Los centros podrían, sin embargo, abrir esta
opción, que exigiría, desde luego, de los estudiantes un mayor esfuerzo para
poder luego presentarse a las pruebas de acceso a la Universidad.
13) La actitud de los orientadores de centro, que
de un modo muy amplio desaconsejan el estudio de materias “sin salidas”.
2. Posibles medidas para cambiar la situación
2.1. En el marco legal y estructural
1) Conseguir que
el Griego vuelva a ser obligatorio en el itinerario de Humanidades.
2)
Alternativamente, que el Griego no compita con otras tres optativas y, sobre
todo, que la Literatura universal vuelva a ofrecerse en 2º de Bachillerato.
3) Como forma de
asentar plantillas, conseguir la ampliación de las materias que pueden dar los
profesores de Clásicas. Una medida importante sería que la Literatura Universal
y la Retórica, en los centros donde se imparte, puedan ser impartidas también
por el profesorado de Clásicas.
2.2. Para negociar en cada comunidad autónoma
4) El número
mínimo de alumnos por grupo ha de reducirse o, al menos, ha de flexibilizarse.
Se puede tomar como modelo las comunidades donde ya ha sucedido o donde todavía
sucede así. Sería deseable, además, que se tuviera en cuenta el número total de
alumnos por centro para el cálculo de los mínimos por materia. Es
imprescindible esta medida a nivel de Comunidad Autónoma, con una normativa
pública e igual para todos, para que no dependa de que los equipos directivos
lo aprueben o pidan la autorización a la inspección, lo que deja en clara
indefensión al profesorado de Clásicas, como se ha visto en las encuestas, ya
que hace que todo dependa de tener un buen trato personal con los directivos de
los centros y no de criterios profesionales y académicos.
5) Se debería
evitar de un modo general la reducción de materias e itinerarios. Se deben
desarrollar campañas de opinión, si fuera necesario, para hacer llegar a la
población este tipo de políticas. Ello es imprescindible en los núcleos
poblacionales pequeños, donde sólo hay un centro de Bachillerato, y donde la
eliminación de un itinerario reduce el derecho de los estudiantes a la
formación en determinadas áreas.
6) Asegurar de
un modo efectivo que el Latín, como asignatura troncal, sea de obligada oferta
en cada centro.
7) Por el
carácter obligatorio del Latín para Humanidades y por el mantenimiento de las
enseñanzas clásicas, las somunidades autónomas deberían asegurar que en cada
centro exista, al menos, un profesor de Griego y Latín con plena
especialización.
8) La convocatoria
sistemática de oposiciones, incluso si se trata de pocas plazas. Ello permite
crear una bolsa de profesores con conocimientos de
Latín y Griego que pueden acceder a las interinidades. De otra manera se
producen situaciones como las vividas muy recientemente, en que se acabaron las
bolsas de profesores de estas materias en varias comunidades autónomas
9) La mejora en
la ponderación de las materias en las pruebas de acceso a la Universidad. La
negociación se puede hacer en las comunidades donde menos ponderan tomando como
ejemplo aquellas en donde ponderan más.
10) Defender la
pervivencia de los departamentos de Griego y Latín. Además, en caso de
integración en otros departamentos, los profesores de Griego y Latín deberían
tener acceso a los cargos que implican reducción en función de su antigüedad
por un sistema rotatorio entre las áreas que lo componen.
2.3. Para negociar en cada centro
11) De un modo
general, negociar internamente en cada centro para obtener mejor tratamiento en
las materias clásicas. En caso de no
obtener resultados, se pueden iniciar campañas de presión desde instancias
externas.
12) Mientras no
cambie el marco legal, tratar de que, de hecho, la elección de Latín por parte
de un alumno de Humanidades conlleve la elección de Griego en 1º de
Bachillerato. Se ha demostrado en los datos de las encuestas que solo sobrevive
sin dificultades el Griego si se lo vincula al Latín, que ahora es obligatorio
en el itinerario de Humanidades.
13) Abrir la
posibilidad de un modo general de que el Griego II se pudiera impartir incluso
a estudiantes que no hayan cursado Griego I cuando el año anterior no se
hubiera formado grupo de Griego I. Esto ya ocurre de hecho en algunos lugares:
un alumno puede cursar Griego II sin haberlo hecho en 1º, con la obligación de
aprobar Griego I como asignatura pendiente de 1º de Bachillerato.
14) Iniciar una
campaña con los orientadores de centro para tratar de revertir su actitud no
amistosa con las materias clásicas.
2.4. Medidas hacia los profesores
15) Hay que
tratar de combatir el desánimo del profesorado de Clásicas. Para ello, aparte
de la mejora de las condiciones de impartición de sus materias en cada centro,
la SEEC debe proporcionar todo el apoyo institucional y legal que corresponda,
así como desarrollar programas de información y formación que permitan mejorar
sus condiciones docentes.
2.4. Medidas en el ámbito de la sociedad
16) Intervenir en
cuantos actos sean posibles, haciéndonos presentes en los medios de
comunicación para hacer ver el peligro real de desaparición del Griego y de
todo el itinerario de Humanidades y tratando de obtener apoyos para nuestras
peticiones.
Elaborado por:
Comisión Ejecutiva de la SEEC
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